Siempre que hablamos de coches, nos viene a la mente el medio de transporte con el que nos desplazamos para ir al trabajo o para ir por la isla. Pero si lo pensamos bien,  puede ser nuestro único elemento de ayuda en caso de algún problema cuando nos encontramos fuera de nuestra casa. Prepara tu botiquín para imprevistos y averigua qué debes llevar en tu coche para viajar con seguridad. ¡Sobretodo con niños!
La mayoría de los fabricantes instala en los vehículos de fábrica múltiples elementos de seguridad, como airbag y ABS; elementos que hacen el viaje más cómodo y divertido, como aire acondicionado, reproductores de música, GPS, manos libres; o las herramientas necesarias para pequeñas reparaciones, como la sustitución de una rueda.

Cuando vamos de viaje, los problemas que pueden surgir no son solamente mecánicos, por ejemplo puede pasar que nos hagamos un simple corte en un dedo. Es aquí cuando necesitamos uno de los accesorios que no es menos importante que los demás y nos puede resolver esa situación de una manera efectiva: el botiquín de primeros auxilios. Siempre es conveniente llevar, en un vehículo, un botiquín de emergencias que nos pueda auxiliar tanto a nosotros como a los demás.

Un botiquín puede tener forma de caja, maletín o estuche, pero son fundamentales su resistencia y que los ingredientes que se encuentren en su interior se encuentren protegidos de los agentes externos, para asegurar sus totales limpieza y esterilización. ESO ES LO MÁS IMPORTANTE. Los componentes que debe llevar un botiquín depende de las necesidades de cada persona o familia. Pero existen unos materiales que son imprescindibles:

Instrumental de curas: es necesario tener unas tijeras de punta redondeada, que evita pincharnos, para poder cortar los apósitos, gasas o vendas, y unas pinzas para la extracción de objetos extraños.

Desinfectantes: para limpiar heridas y prevenir la infección. Puedes llevar alcohol, agua oxigenada o antiséptico y algodón para su aplicación.

Elementos para cubrir las heridas: como tiritas, gasas o apósitos para quemaduras.

Vendas: para realizar vendajes compresivos, entablillar luxaciones, cubrir heridas o asegurar los apósitos.

Jabón: para limpiar heridas o las manos antes de hacer una cura. Otras opciones son las toallitas húmedas, que pueden ocupar menos espacio en el botiquín. Tanto el jabón como las toallitas deben ser, preferiblemente, antibacterianas.

Pomadas: podemos llevar varias, siempre dependiendo de nuestras necesidades, pero las que son imprescindibles son las antiinflamatorias y contra las picaduras de insectos.

Analgésicos y antipiréticos: muy necesarios, sobre todo, cuando se viaja con niños, para suministrarlos como calmantes y bajarles la fiebre. Los más utilizados son el paracetamol e ibuprofeno. Estos deben estar complementados con un termómetro, que determine la existencia de fiebre.

Manta térmica: muy útil para abrigar a los heridos y evitar la hipotermia en lugares fríos.

¿Llevas tu botiquín preparado con todo lo que aparece en este listado? ¿Seguro que no te falta nada? Además puedes completar tu botiquín de primeros auxilios con un manual de primeros auxilios y otros muchos accesorios y medicamentos que proporcionen una solución sanitaria eficaz y solucionen cualquier contratiempo en el viaje.