Las infracciones de tráfico pueden ser leves, graves y muy graves. Respectivamente, se castigan con sanciones de 100, 200 y 500 euros, más la retirada de puntos en los casos en que corresponda. No obstante, hay otras multas que pueden salir mucho más caras si se incumplen determinadas normas de tráfico.

Multa por usar Inhibidores de radar:  Son unos dispositivos que sirven para anular la señal del sistema que detecta la velocidad. Es un peligro para la seguridad vial ya que va relacionado con la velocidad, es por eso que el simple hecho de llevar uno en el coche se sanciona con una sanción de seis mil euros (una de las multas más caras) y la pérdida de 6 puntos del carnet. Son perseguidos también los talleres que instalan éste tipo de aparatos y les obligan a pagar en caso de ser pillados, casi 30 mil euros. Se penaliza también a los conductores que causan daños en las vías o manipulan las señales con multas de hasta 20 mil euros.

Sanción por circular sin seguro:  Es obligatorio contar con un seguro de coche si te vas a desplazar con tu vehículo por la vía pública. En caso de que no se haya contratado, el conductor se va a enfrentar a una multa que oscila entre 600 y 3.000 euros. Si el coche está aparcado pero no tiene el seguro pagado, se multará también.

Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas: Si conduces después de haber ingerido o consumido alguna sustancia psicotrópica, por el riesgo que ello implica, te pueden poner una de las multas más caras (entre 500 y 1000 euros) además de perder 4 o 6 puntos del carnet de conducir. Si los niveles de alcohol son superiores a 0,60 mg/l en aire o 1,2 gr/l en sangre puedes ir a prisión entre 3 y 6 meses y puedes estar privado de derecho a conducir hasta unos 4 años. Hay que añadir que si la persona se niega a someterse a las pruebas la cárcel puede ir de 6 meses a un año.

Las demás multas que tienen uno de los precios más altos son las que se relacionan con superar los límites de velocidad, no identificar a un conductor responsable de una infracción, circular sin ITV, conducir con el teléfono móvil al volante…

De todas ellas, al final lo más importante no es el dinero. Es que podemos llevarnos una vida por delante. En nuestra autoescuela educamos a nuestros alumnos para que sean responsables y conduzcan con precaución.