El estado de alarma decretado por el Gobierno de España está ya afectando muy directamente a todos los ciudadanos y su entorno, incluyendo al mundo de la automoción: industria, servicios, trabajadores y los propios usuarios. Para aclarar de forma sencilla y rápida la situación, realizamos un repaso a las principales particularidades del estado de alarma que afectan a los conductores.

Como bien sabido es por todos, cualquier tipo de contacto social y desplazamiento debe limitarse a lo estrictamente indispensable. Se permiten los traslados en vehículos particulares, que son pocos y siempre de modo individual (salvo excepciones muy concretas) y el 25 de marzo, se introdujo una modificación en la normativa por la que se permitía la presencia de más de un ocupante en los vehículos, siempre que viajaran en filas de asientos diferentes en el mismo y en todo caso para realizar alguna de las actividades permitidas en el Real Decreto.

Está permitido ir a repostar, pero deben reducirse al máximo el número de operaciones, por tanto llenar el depósito siempre que sea posible. Las gasolineras tienen limitados el resto de sus servicios, incluyendo el acceso a sus instalaciones para la compra de productos. Esta venta se realizará a través del operario de la estación de servicio, guardando las precauciones de aislamiento. Las estaciones de Inspección Técnicas de Vehículos (ITV) se encuentran cerradas y las autoridades competentes han dejado en suspenso, hasta la normalización de la situación.

Las jefaturas provinciales y locales de la Dirección General de Tráfico (DGT) trabajan en mínimos para el mantenimiento de sus servicios esenciales. Los ciudadanos que requieran de alguna gestión deberán recurrir a la atención telefónica y telemática de la DGT, así como a profesionales acreditados en los casos que corresponda, como la renovación del permiso de conducir, la matriculación de un vehículo o el pago de sanciones en entidades bancarias.

En todo caso, como muchas gestorías tampoco se encuentran operativas, el Ministerio del Interior ha prorrogado 60 días la vigencia de los carnés de conducir que caduquen durante el estado de alarma. Tampoco se están realizando exámenes para la obtención de ningún permiso.

La mayoría de los talleres, tanto de las redes oficiales como privados, han echado el cierre a sus instalaciones o las mantienen sólo con servicios mínimos para intervenciones urgentes que garanticen la movilidad de los usuarios. En el caso de la posventa de las marcas, todas remiten a su servicio de atención al cliente para valorar la necesidad de esta intervención mecánica y la disponibilidad de medios para realizarla. Para aquellos casos en que se precisen, los servicios de asistencia en carretera se encuentran operativos.

Las entidades aseguradoras tienen permitido continuar con su actividad y la atención a los usuarios. En todo caso, esta posibilidad vuelve a limitarse a lo estrictamente necesario, con las oficinas de muchas compañías cerradas o trabajando bajo mínimos. También conviene tener en cuenta que, en la actualidad, la inmensa mayoría de las contrataciones de pólizas de seguro para el automóvil se realiza de forma telemática.

Es muy importante tener en cuenta que las directrices y las decisiones pueden ir modificándose de forma permanente mientras se prolongue la crisis. ¡Estaremos al tanto y os iremos informando!