Una gran parte del parque móvil en España tiene más de 10 años y ahora con la crisis se ha complicado para muchos el poder cambiar de vehículo. Los coches viejos suelen tener menos eficiencia medioambiental y presentan deficiencias en cuanto a seguridad. Estos coches suelen incorporar menores sistemas de seguridad y han podido sufrir un deterioro en aspectos mecánicos. Si tu vehículo tiene ya unos años hoy te vamos a ayudar un poco: vamos a darte una serie de trucos para mejorar tu seguridad y que te permitan disfrutar más y mejor de la carretera.

Uno de los elementos más importantes en la seguridad de un vehículo son los neumáticos: Si tu coche es antiguo, lo más seguro es que tengas que reemplazarlos. Si la profundidad del dibujo es inferior a 1’6 mm ha llegado el momento.

Los amortiguadores tienen  que estar en perfecto estado por seguridad: Controlan la masa del coche cuando tomas una curva o cuando frenas. Lo aconsejable es revisarlos cada cuatro años o cada 60.000 kilómetros.

Los frenos son súper importantes ya que van perdiendo su eficiencia a consecuencia del uso. Es una buena inversión en seguridad llevarlos al mecánico para que compruebe si están  bien y los materiales no se han gastado.

Es muy importante tener siempre un control sobre los líquidos ya que cumplen una función esencial. Es importante vigilar sus niveles y que los filtros están en buen estado.

Añadirle al coche una barra estabilizadora es una buena idea. Es una barra de acero que une las dos ruedas de un mismo eje y al mismo tiempo va unida a la carrocería. Así aumentaremos la rigidez estructural del chasis y reduciremos el balanceo al tomar una curva.